Pues continuamos arrancando aprendizajes en clase. Y es que esto es un no parar, así estamos algunos tan cansadillos jejeje.
En esta ocasión realizamos nuestra primera RUTINA DE PENSAMIENTO: Veo, pienso y me pregunto. Las rutinas de pensamiento son actividades en las que se trabaja, a través de la repetición de una estructura, la capacidad de razonamiento, la atención, concentración y observación a la vez que ayudamos a los peques a interiorizar estrategias que les ayuden en su día a día a ordenar, secuenciar y desarrollar el pensamiento y el razonamiento.
En esta primera sesión utilizamos esta rutina para introducir el trabajo en el lema de pastoral que nos ocupará este año y que ya os presenté en la reunión metodológica.Así que pasamos un minuto de reloj controlado por un reloj de arena que todos podemos ver observando la imagen de dicho lema:
Tras este tiempo y de uno en uno, vamos diciendo qué vemos en la imagen: corazones, un hombre, colores, manchas, letras, un dibujo como el de nuestro cole,… en esta fase todo vale y todo es apropiado y correcto.
Tras la fase de VEO, pasamos a PIENSO. Entonces llega la hora de darle a las cabecitas y contarle a la seño qué pensamos que ocurre en la foto, o qué pensamos que representa, qué pensamos que puede sginficar, ¿es una foto alegre o triste? ¿por qué lo crees?
Y tras esto, llega la hora de hacernos preguntas. Salen algunas como ¿qué dice las letras? ¿por qué el hombre tiene tantos corazones? ¿por qué hay tantos colores pero no está el rojo? ¿esa foto es del cole? porque como sale nuestro escudo.
Y ahora llega el momento de poner en común toda la información y sacar las primeras conclusiones. En esta fase de la rutina de pensamiento y puesto que es su primera vez y aún son pequeñitos, la seño nos va guiando hacia ciertas conclusiones como la alegría que da los colores y pintar cuando algo está blanco. Cómo los colores nos hacen sentir bien. Cómo todos los colores son bonitos y, aunque cada uno tiene su preferido, los usamos todos,… Y así, poco a poco, terminamos llegando a la conclusión que las cosas con muchos colores, como el arcoiris, son muy bonitas, alegres y nos hacen sentir fenomenal. Y decidimos llenar el cole de colores haciendo unas preciosas manchas con las que construimos un mural en común junto a los amigos de 4 y 5 años.
¡¡Nos ha encantado!!