Bueno, pues como ya sabéis, como una de las actividades de cierre en torno a los monumentos andaluces más significativos que hemos estado trabajando este mes, el pasado jueves visitamos el Real Alcázar de Sevilla.

Antes de visitarlo, en clase, ya habíamos descubierto que se trata de un enorme palacio donde, entre otros, vivió el Rey Pedro I. También descubrimos que sus jardines son impresionantes.

Cuando llegamos, tuvimos que estar un rato esperando, porque resulta que ahora hay que hacer la visita con radioguía para no molestar al resto de visitantes. Así que nos pusieron unos cascos muy chulos a través de los cuales escuchábamos todo lo que nos iba contando nuestro guía, Eduardo.

Y la verdad es que nos encantó. Vimos pavos reales, patos, carpas en varios estanques, muchos jardines y conocimos el palacio por dentro: patios, caballerizas, la sala del trono…¡impresionante!

De la mano de Eduardo, conocimos parte de la historia del edificio y también descubrimos que cuando los actuales reyes de España visitan Sevilla duermen allí…aunque esa parte no es visitable, lógicamente jejeje.

Nos quedamos embobados con la marroquinería, la forma de las fachadas y paredes, sus arcos de medio punto, su cerámica… buscamos esculturas de caritas de niños en las paredes, vimos una cúpula en el salón del trono que parece un sol brillante, buscamos al león en los jardines y hasta nos dio tiempo a disfrutar del laberinto.

¡Y además vimos la Giralda y, cómo no, al Giraldillo!

Eso sí, anduvimos tanto que cuando llegamos de vuelta estábamos muuuy cansados.