Queridas familias:
Cerramos un curso maravilloso en el que hemos conseguido crear una bonita familia en torno a mi pandilla. Una vez más, quiero daros las gracias de todo corazón por la alegría, el respeto y la colaboración con la que habéis enfrentado este primer curso. Me consta, después de tantos años de experiencia, que los inicios nunca son fáciles, pero hemos conseguido entre todos crear un clima de cariño y confianza que han dado a nuestros niños y niñas la posibilidad de crecer y madurar desde el cariño y el amor. Como ya os había dicho, ¡¡¡EL AÑO QUE VIENE MÁS Y MEJOR!!!
Pero el próximo curso también vendrá marcado por el comienzo de una nueva aventura que nos ayudará a continuar construyendo aprendizajes y madurando como personas, sólo que en esta ocasión algunos protagonistas ya no estarán con nosotros aunque siempre formarán parte de nuestro EQUIPO. Porque en clase somos eso, UN GRAN EQUIPO.
Por tanto, quiero aprovechar para enviar un cariñoso saludo a nuestro compañero Cristiano y desearle que siga yéndole también como hasta ahora en la nueva etapa que comenzó a mediados de curso. Pero también quiero despedir a nuestra querida compañera Valèrie de la que hemos disfrutado muchísimo este curso y que el próximo año continuará su aventura en un nuevo lugar. Te echaremos mucho de menos porque te queremos mogollón, guapísima.
Y, como no, no puedo olvidarme de la Congregación Titular del colegio que me permitió, hace ya 18 años, entrar a formar parte de lo que ha sido una gran familia y, más concretamente, de la Hermana Roxana que siempre que ha podido ha venido a saludarnos a clase y la hemos recibido con un gran abrazo. Os deseo lo mejor en vuestra labor misionera en esta etapa de cambio y de reinventaros que se os presenta. En el colegio siempre seréis nuestras hermanas y vuestro cariño y trabajo en el barrio será recordado con mucho cariño.
Y ahora sí, ¡¡feliz verano a todos!!